CAri y sus Chunches
only the best on line. Wellcome to my space
Aqui les dejo algo que Escribio mi amiga Cari mejor conocida en este blog como C
Y la rutina sigue...
Son exactamente las 10:15 de la mañana, la alarma está a punto de sonar pues por lo regular uno despierta 5 minutos antes de lo inusual. El desayuno, los buenos días y la inmensa lista de cosas por realizar durante el día no faltan al salir de la recamara.
Esas palabras que te llenan cada vez que la abuela dice: “¿Niña de mis amores como amaneciste hoy?” son las que te hacen salir de esa flojedad que sucumba tu cuerpo todas las mañanas; ¿y que sería de cada uno de nosotros sin esas palabras de aliento que te ayudan a salir adelante en el día?.
El abuelo, la señora que ayuda a la limpieza del hogar, las vecinas, papá y mamá que como de costumbre dando las 10:30 de la mañana llaman al teléfono para saber como amaneció su hija; hasta las plantas y los pájaros te saludan, porque no retribuir al saludo, si lo que más se te da es la socialización.
Ya se hace inevitable saludar a toda persona que conoces y peor aún si no las vez en minutos, horas, días, meses hasta años; vas desde el perro que estuvo toda la noche velando el sueño, hasta el profesor de primer semestre que daba Estado, Sistema y Poder político, ¡hasta donde llega la socialización!.
La escuela ha sido el lugar idóneo para llevar a cabo la sociailidad a la mexicana, ¡sí a la mexicana!, porque somos amigables, amables, cordiales, y un sin fin de virtudes que significamos, en los pasillos no falta el- ¡que onda tú!, ¿cómo estás?- en los baños - ¡Fíjate que me entere de un chisme!- a pesar de que te estas haciendo pipi y la cola es larguísima, entre descansos no falta que te encuentras a los demás amigos y entre que el saludo y entre que el chisme, entre que te despejas de la clase anterior, se acaba el tiempo y es hora de partir a lo que sigue.
Que bien, sabes que al menos dentro de un rato que no verás a tus amigos, verás al sueño inimaginable, al príncipe azul, al hombre de tu vida, al Romeo que toda Julieta quiere, ¡Sí!, ¡Ya se siente cerca! y lo más grandioso es que por dos horas escucharás su melodiosa y dulce voz.
Siempre haz querido ser la consentida del profesor y en este caso casi lo logras, pero haz ganado una extraordinaria he increíble amistad.
Eso no es válido para ti pues siempre haz soñado con estar a su lado aunque sea tu amigo y se lleven de maravilla, a veces la clase se te hace eterna porque quieres acercarte a él y platicar por lo menos 2 o 3 minutos y para que te salude pero sobre todo saber que te identifica porque eso es lo que cuenta.
A veces cesas algunos apegos entrañables por muchas razones, pero siempre se piensa que llegarán nuevas que cambien el curso de nuestro destino y gran parte de una “AMISTAD” lo aprende de la escuela.
Aqui les dejo algo que Escribio mi amiga Cari mejor conocida en este blog como C
Y la rutina sigue...
Son exactamente las 10:15 de la mañana, la alarma está a punto de sonar pues por lo regular uno despierta 5 minutos antes de lo inusual. El desayuno, los buenos días y la inmensa lista de cosas por realizar durante el día no faltan al salir de la recamara.
Esas palabras que te llenan cada vez que la abuela dice: “¿Niña de mis amores como amaneciste hoy?” son las que te hacen salir de esa flojedad que sucumba tu cuerpo todas las mañanas; ¿y que sería de cada uno de nosotros sin esas palabras de aliento que te ayudan a salir adelante en el día?.
El abuelo, la señora que ayuda a la limpieza del hogar, las vecinas, papá y mamá que como de costumbre dando las 10:30 de la mañana llaman al teléfono para saber como amaneció su hija; hasta las plantas y los pájaros te saludan, porque no retribuir al saludo, si lo que más se te da es la socialización.
Ya se hace inevitable saludar a toda persona que conoces y peor aún si no las vez en minutos, horas, días, meses hasta años; vas desde el perro que estuvo toda la noche velando el sueño, hasta el profesor de primer semestre que daba Estado, Sistema y Poder político, ¡hasta donde llega la socialización!.
La escuela ha sido el lugar idóneo para llevar a cabo la sociailidad a la mexicana, ¡sí a la mexicana!, porque somos amigables, amables, cordiales, y un sin fin de virtudes que significamos, en los pasillos no falta el- ¡que onda tú!, ¿cómo estás?- en los baños - ¡Fíjate que me entere de un chisme!- a pesar de que te estas haciendo pipi y la cola es larguísima, entre descansos no falta que te encuentras a los demás amigos y entre que el saludo y entre que el chisme, entre que te despejas de la clase anterior, se acaba el tiempo y es hora de partir a lo que sigue.
Que bien, sabes que al menos dentro de un rato que no verás a tus amigos, verás al sueño inimaginable, al príncipe azul, al hombre de tu vida, al Romeo que toda Julieta quiere, ¡Sí!, ¡Ya se siente cerca! y lo más grandioso es que por dos horas escucharás su melodiosa y dulce voz.
Siempre haz querido ser la consentida del profesor y en este caso casi lo logras, pero haz ganado una extraordinaria he increíble amistad.
Eso no es válido para ti pues siempre haz soñado con estar a su lado aunque sea tu amigo y se lleven de maravilla, a veces la clase se te hace eterna porque quieres acercarte a él y platicar por lo menos 2 o 3 minutos y para que te salude pero sobre todo saber que te identifica porque eso es lo que cuenta.
A veces cesas algunos apegos entrañables por muchas razones, pero siempre se piensa que llegarán nuevas que cambien el curso de nuestro destino y gran parte de una “AMISTAD” lo aprende de la escuela.
Comentarios