Vanidades por: Blanda
Se puso a pensar qué hacer y cómo hacerlo.
Meditó largo rato, sentado junto a la ventana, bebiendo una taza de café. Lo que la razón le dictaba era muy distinto a lo que manifestaba su corazón.
Ta Te Tí entre deseo y deber y movió la ficha en el tablero de las decisiones.
Un partido en el que traicionó la prudencia y la reflexión y que ganó su vanidad, sin importar las consecuencias.
Respiró hondo y contempló el reflejo de su rostro sobre el ventanal. Su amor propio encontraba el camino de regreso hacia su propio cuerpo.
Y eso era todo lo que le importaba.
Meditó largo rato, sentado junto a la ventana, bebiendo una taza de café. Lo que la razón le dictaba era muy distinto a lo que manifestaba su corazón.
Ta Te Tí entre deseo y deber y movió la ficha en el tablero de las decisiones.
Un partido en el que traicionó la prudencia y la reflexión y que ganó su vanidad, sin importar las consecuencias.
Respiró hondo y contempló el reflejo de su rostro sobre el ventanal. Su amor propio encontraba el camino de regreso hacia su propio cuerpo.
Y eso era todo lo que le importaba.
Comentarios
besitos!!!
Ya es tarde????
Aún puedo????