Mientras la música resonaba en sus oídos

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Mientras la música resonaba en sus oídos y le llegaba a el alma, ella recordaba los momentos vividos con él, los días, las noches, las madrugadas, una que otra mañana, y hasta esos instantes, en que él no estaba presente, pero ella lo llamaba con su ausencia, lo llamaba con el latido de su corazón al recordar sus mano sobre su rostro, sabia que tal vez él no la recordaba tanto como ella, pero el solo hecho de amarlo la hacia feliz.

En las noches imaginaba su cuerpo junto al suyo y deseaba que pasara sus manos sobre su rostro, platicarle de cómo le había ido en el día, reír tanto que se quedara dormida entre sus brazos, y por las mañanas despertarlo con un beso.

Siempre penso que nada era eterno, ¿por qué en este caso el amor no habría de serlo?
Sabia que las cosas un día terminarían, pero conforme pasaba el tiempo, más creía en la idea loca de que las cosas y los sentimientos podían duran para siempre, solo era cuestión de cuidarlos y darles la debida atención que merecían.

La tarde en que ella y él se despidieron era una tarde soleada, con un poco de aire, que movía las hojas de los arboles de un lado a otro, como diciendo, ¡no, no, no! , las hojas de los arboles caían una detrás de otra, el viento se escuchaba con tal furia, que llegaba a escucharse el choque con las hojas. Él la cito en un parque muy cerca de su casa.
Sentados en una baca del parque, el estrecho sus manos con las suyas, la miro a los ojos, y luego de un bien rato, las lagrimas recorrieron las mejillas de los dos, el dio un abrazo y ella solo movió la cabeza, afirmando un si.

La despedida fue dura para los dos, las cosas se habían empeorado, su relación hacia tiempo ya no funcionaba, los días se hacían eternos, las llamadas más cortas y los te quiero fugases, el amor se había convertido en la cotidianidad diaria, la llamada por la mañana deseando los buenos días, la hora de la comida juntos si tenían tiempo uno para el otro, la miradas profundas pero vacías y sin sentido, esas noches bajo la luna abrazados platicando de la vida que los unía, ya no tenían nada y darse cuenta de eso le dolía aún más, las preguntas que pasaban por su cabeza eran continuas y chocaban unas con otras: ¿cuándo se termino? ¿Por que? ¿Qué paso? De quien fue la culpa?

Por un momento se levanto de la cama, sintió el frío del piso con el pie izquierdo, mientras la música seguía sonando intensamente, cada una de las palabras de la canción se le clavaba en la mente y en su alma, al tocar con los dos pies el piso, algo la jalo hacia la cama, cerro los ojos, los volvió abrir, sintió escalofríos por todo el cuerpo como si un ser hubiese cruzado su cuerpo, volteo la cabeza hacia la ventana, él estaba ahí, recostado sobre su cama, completamente dormido, soñaba simplemente soñaba… tal fue su impacto que no pudo mover ni un dedo, se quedo paralizaba, el final de una canción se escuchaba de fondo, de repente, él giro su cuerpo hacia el de ella, abrió los ojos, y le dijo: - buenos días amor, ¿dormiste bien?
En ese momento ella se dio cuenta de que todo había sido un sueño, producto de la música que se escuchaba de fondo.



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