parte 24 de la Cuarta
only the best on line. Wellcome to my space
Cuando llegue a su casa, él salió sorprendido y al juzgar por la expresión de su rostro, parecía que sabia lo que iba a pasar.
- Hola ¿que hacer por aquí?
Me dijo un tanto sorprendido de que estuviera ahí, normalmente o mas bien casi nunca iba a su casa al menos que tuviera que pasara a traerlo por que su coche estaba en el servicio o por que me lo pidiera, pero rara vez entraba a su casa. Era extraño pues a pesar de los años de relación que teníamos tanto uno como el otro abecés éramos perfectos desconocidos.
- tenemos que hablar
- si, claro
- puedo pasar.
El estaba en la puerta de su departamento como queriendo ocultar algo, pero, en el momento en que se dio cuenta que yo empezaba a sospechar abrió la puerta totalmente y me invito a pasar.
- pasa, ¿estabas por aquí?
- No vengo de casa de Carlo
- A que bueno. Siéntate
Carlo se movía nerviosamente por toda estancia de sus de departamento, recogiendo una cosa tras otra que tenia desordenada a la vista. Como esas veces en las que temes ser descubierto en el mas mínimo detalle. Mientras el daba vueltas por toda la estancia como maniático de la limpieza, yo me senté en el sofá rojo que tenia junto a la ventana de su departamento. Estaba tranquila, tenia confusa la mente peor tenia claro que nuestra relacion tenia que terminar.
- Carlo, esto tiene que terminar y tu lo sabes
- De que hablas, Sam?
- De que ya no podemos seguir con la relación.
- No entiendo, pasa algo?.
- Si
En ese momento le grite podía soportara que me engañara, peor no podía soportara que me mintiera.
- Que?
- Por favor, Carlo, ya no hay nada que hacer, mejor que esto termine.
- No entiendo, pasa algo? Estas enamorada de alguien más?
- Pasa que hoy te he visto...
- No es lo que piensas.
- Que ¡verte con Bianka, no es lo que pienso, por dios Carlos, acéptalo, esto ya es una costumbre, tu no me amas y yo a ti tampoco. Quiero terminar con esto, tal vez ella si te haga feliz.
- Estas terminando por Bianka?
- No, es por nosotros
- Pero, íbamos bien Samantha.
- No, Carlo lo sabes y hace mucho, no voy a discutir más, esto se termina y no quiero saber mas, tu y yo podemos ser amigos, nada más
- Samantha, por favor.
Me salí de casa de Carlo sin decir más, él me siguió hasta el elevador y me abrazo, yo lo abrace fuertemente y le dije que nuestra relación tenía que terminar.
El simplemente me dijo, que lo entendía y que lo perdonara, por haberme engañado.
- perdóname Sam, por esto.
- No Carlo, no tengo nada que perdonarte, no me engañaste a mí si no a ti, esto es lo mejor, sigue con ella.
Salí del edificio y me fui directo a casa.
No volví a ver a Carlo en un mes, deje de salir con Cristian, tenia que ordenar mis pensamientos y sentimientos. El me buscaba sin parar, me visitaba a mi casa, pero yo me portaba cortante con el.
Me fui a presentar la exposición a Madrid, junto con Eduardo. La exposición, duro más de dos meses, yo solo me quede uno y regrese a Gibraltad. En ese mes no vi a Cristian, pues el solo estuvo en la inauguración de la exposición y luego se fue a Francia a seguir con su revista.
No supe nada de él, hasta que un día a la oficina llego una carta con una revista de él, en la portada estaban las fotos de mi exposición y tenia un buen reportaje sobre ella.
- Hola ¿que hacer por aquí?
Me dijo un tanto sorprendido de que estuviera ahí, normalmente o mas bien casi nunca iba a su casa al menos que tuviera que pasara a traerlo por que su coche estaba en el servicio o por que me lo pidiera, pero rara vez entraba a su casa. Era extraño pues a pesar de los años de relación que teníamos tanto uno como el otro abecés éramos perfectos desconocidos.
- tenemos que hablar
- si, claro
- puedo pasar.
El estaba en la puerta de su departamento como queriendo ocultar algo, pero, en el momento en que se dio cuenta que yo empezaba a sospechar abrió la puerta totalmente y me invito a pasar.
- pasa, ¿estabas por aquí?
- No vengo de casa de Carlo
- A que bueno. Siéntate
Carlo se movía nerviosamente por toda estancia de sus de departamento, recogiendo una cosa tras otra que tenia desordenada a la vista. Como esas veces en las que temes ser descubierto en el mas mínimo detalle. Mientras el daba vueltas por toda la estancia como maniático de la limpieza, yo me senté en el sofá rojo que tenia junto a la ventana de su departamento. Estaba tranquila, tenia confusa la mente peor tenia claro que nuestra relacion tenia que terminar.
- Carlo, esto tiene que terminar y tu lo sabes
- De que hablas, Sam?
- De que ya no podemos seguir con la relación.
- No entiendo, pasa algo?.
- Si
En ese momento le grite podía soportara que me engañara, peor no podía soportara que me mintiera.
- Que?
- Por favor, Carlo, ya no hay nada que hacer, mejor que esto termine.
- No entiendo, pasa algo? Estas enamorada de alguien más?
- Pasa que hoy te he visto...
- No es lo que piensas.
- Que ¡verte con Bianka, no es lo que pienso, por dios Carlos, acéptalo, esto ya es una costumbre, tu no me amas y yo a ti tampoco. Quiero terminar con esto, tal vez ella si te haga feliz.
- Estas terminando por Bianka?
- No, es por nosotros
- Pero, íbamos bien Samantha.
- No, Carlo lo sabes y hace mucho, no voy a discutir más, esto se termina y no quiero saber mas, tu y yo podemos ser amigos, nada más
- Samantha, por favor.
Me salí de casa de Carlo sin decir más, él me siguió hasta el elevador y me abrazo, yo lo abrace fuertemente y le dije que nuestra relación tenía que terminar.
El simplemente me dijo, que lo entendía y que lo perdonara, por haberme engañado.
- perdóname Sam, por esto.
- No Carlo, no tengo nada que perdonarte, no me engañaste a mí si no a ti, esto es lo mejor, sigue con ella.
Salí del edificio y me fui directo a casa.
No volví a ver a Carlo en un mes, deje de salir con Cristian, tenia que ordenar mis pensamientos y sentimientos. El me buscaba sin parar, me visitaba a mi casa, pero yo me portaba cortante con el.
Me fui a presentar la exposición a Madrid, junto con Eduardo. La exposición, duro más de dos meses, yo solo me quede uno y regrese a Gibraltad. En ese mes no vi a Cristian, pues el solo estuvo en la inauguración de la exposición y luego se fue a Francia a seguir con su revista.
No supe nada de él, hasta que un día a la oficina llego una carta con una revista de él, en la portada estaban las fotos de mi exposición y tenia un buen reportaje sobre ella.
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