parte 23 de la Cuarta
only the best on line. Wellcome to my space
Marque nuevamente a la casa de Cristian para pedirle disculpas, ahora por dos cosas, no solo por una.
- si diga
- Cris?
- Sam, si oye discúlpame, es solo que esto...
- No importa, le dije a Bianka que no iría y creo que le cancelara a Carlo
- Pero, porque?
- Por que no quiere ir sola con ustedes dos, piensa que pensaras mal.
- ¡claro que no! Háblale y dile que iras con ella
- no quiero ir Sam, esa es la verdad, solo iría por ti.
- Ve con ella y nos vemos aya ok.
- No te molesta?
- No, vamos, apúrate que llegaras tarde por ella.
- Esta bien no vemos.
Me arregle para la ocasión, dispuesta a que esa a misma noche terminaría mi relación con Carlo, estaba segura de lo que pretendía y ahora mas que nunca, Cristian tenia que ver en mi decisión, sin embargo no esperaba nada de el, la influencia era mínima, la decisión estaba tomada hace tiempo, lo nuestro ya no funcionaba, yo no quería seguir con una persona a la que no amaba.
Cuarta parte
Habían pasado dos meses ya de la cena en el Son de mar, a la que fuimos Cristian, Carlo, Bianka y yo.
Esa noche, mi relación con Carlo no termino, no tu vimos tiempo de hablar, pero no paso mucho tiempo para que él y yo termináramos. Con Cristian las cosas siguieron igual, salíamos de vez en cuando a correr a la playa en las mañanas de domingo e íbamos a desayunar con los señores Occonnor a su cabaña.
Bianka, seguía muy cerca de Carlos y Cristian. Una tarde por cuestiones del destino, me dirigía hacia la casa de Eduardo, para una nueva presentación de las fotografías, en Madrid, en el trayecto de departamento a la casa de los Gandihy, vi a Carlo y Bianka en un parque, yo sabia que ellos salían, así como lo hacíamos Cristian y yo, y en realidad verlos juntos no me molestaba, puesto que yo salía también con Cristian, pero ese día vi algo más que una relación de amigos.
Sobre la banqueta de la calle que lleva a la playa de Caleida, iban caminando Bianka y Carlo, tomados de la mano, ella vestía un pantalón blanco con una sandalias del mismo color y una blusa un tanto holgada color hueso, él traía unos lentes oscuros que le regale, el día de su cumpleaños, zapatos blancos con bermudas del mismo color y una playera tipo polo color roja. Era raro ver a Carlo vestido de esa manera, ya que siempre estaba de gris o azul.
A lo lejos no pude reconocer si eran ellos de verdad, pero luego de un rato me acerque mucho más sin que se dieran cuenta y puede confirmas que eran ellos. Antes de llegar a la playa de Caleida, Carlo y Bianka se pararon en una tienda de recuerdos que estaba en la esquina de la calle, yo me quede dentro del coche esperando a que salieran de la tienda. Cuando salieron seguían tomados de las manos, no me cabía la menor duda ellos tenían algo más y lo comprobé en el momento en que Carlo, la abrazo por la espalda y le empezó a dar besos en el cuello, ella parecía un poco tímida ante esta situación, pero al poco rato ella siguió con el juego, hasta que llegaron a besarse en los labios.
Arranque el carro a toda velocidad con dirección a casa de Eduardo, cuándo llegue, nos sabia si estaba enojada o simplemente no podía creer lo que había visto, no podía creer que Carlo, quien juraba me amaba, me engañase, pero lo que más me molestaba era el hecho que yo por el cariño que le tenia y el respeto nuestra relación, jamás, me permití dejar fluir mis sentimientos por Cristian.
Fue en ese instante, en que me di cuenta que lo mío con Carlo, ya hacía mucho que era mera costumbre.
Esa tarde, le platique todo a Eduardo, me aconsejo terminara con esa relación, pues ya no teníamos más que dar. Al salir de casa de Eduardo, fui directamente a casa de Carlo, no le llame para avisarle, pues si lo encontraba con Bianka, las cosas serían más fáciles.
- si diga
- Cris?
- Sam, si oye discúlpame, es solo que esto...
- No importa, le dije a Bianka que no iría y creo que le cancelara a Carlo
- Pero, porque?
- Por que no quiere ir sola con ustedes dos, piensa que pensaras mal.
- ¡claro que no! Háblale y dile que iras con ella
- no quiero ir Sam, esa es la verdad, solo iría por ti.
- Ve con ella y nos vemos aya ok.
- No te molesta?
- No, vamos, apúrate que llegaras tarde por ella.
- Esta bien no vemos.
Me arregle para la ocasión, dispuesta a que esa a misma noche terminaría mi relación con Carlo, estaba segura de lo que pretendía y ahora mas que nunca, Cristian tenia que ver en mi decisión, sin embargo no esperaba nada de el, la influencia era mínima, la decisión estaba tomada hace tiempo, lo nuestro ya no funcionaba, yo no quería seguir con una persona a la que no amaba.
Cuarta parte
Habían pasado dos meses ya de la cena en el Son de mar, a la que fuimos Cristian, Carlo, Bianka y yo.
Esa noche, mi relación con Carlo no termino, no tu vimos tiempo de hablar, pero no paso mucho tiempo para que él y yo termináramos. Con Cristian las cosas siguieron igual, salíamos de vez en cuando a correr a la playa en las mañanas de domingo e íbamos a desayunar con los señores Occonnor a su cabaña.
Bianka, seguía muy cerca de Carlos y Cristian. Una tarde por cuestiones del destino, me dirigía hacia la casa de Eduardo, para una nueva presentación de las fotografías, en Madrid, en el trayecto de departamento a la casa de los Gandihy, vi a Carlo y Bianka en un parque, yo sabia que ellos salían, así como lo hacíamos Cristian y yo, y en realidad verlos juntos no me molestaba, puesto que yo salía también con Cristian, pero ese día vi algo más que una relación de amigos.
Sobre la banqueta de la calle que lleva a la playa de Caleida, iban caminando Bianka y Carlo, tomados de la mano, ella vestía un pantalón blanco con una sandalias del mismo color y una blusa un tanto holgada color hueso, él traía unos lentes oscuros que le regale, el día de su cumpleaños, zapatos blancos con bermudas del mismo color y una playera tipo polo color roja. Era raro ver a Carlo vestido de esa manera, ya que siempre estaba de gris o azul.
A lo lejos no pude reconocer si eran ellos de verdad, pero luego de un rato me acerque mucho más sin que se dieran cuenta y puede confirmas que eran ellos. Antes de llegar a la playa de Caleida, Carlo y Bianka se pararon en una tienda de recuerdos que estaba en la esquina de la calle, yo me quede dentro del coche esperando a que salieran de la tienda. Cuando salieron seguían tomados de las manos, no me cabía la menor duda ellos tenían algo más y lo comprobé en el momento en que Carlo, la abrazo por la espalda y le empezó a dar besos en el cuello, ella parecía un poco tímida ante esta situación, pero al poco rato ella siguió con el juego, hasta que llegaron a besarse en los labios.
Arranque el carro a toda velocidad con dirección a casa de Eduardo, cuándo llegue, nos sabia si estaba enojada o simplemente no podía creer lo que había visto, no podía creer que Carlo, quien juraba me amaba, me engañase, pero lo que más me molestaba era el hecho que yo por el cariño que le tenia y el respeto nuestra relación, jamás, me permití dejar fluir mis sentimientos por Cristian.
Fue en ese instante, en que me di cuenta que lo mío con Carlo, ya hacía mucho que era mera costumbre.
Esa tarde, le platique todo a Eduardo, me aconsejo terminara con esa relación, pues ya no teníamos más que dar. Al salir de casa de Eduardo, fui directamente a casa de Carlo, no le llame para avisarle, pues si lo encontraba con Bianka, las cosas serían más fáciles.
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