tercera parte Las cuatro estaciones

only the best in line. Wellcome to my space

Despues de tantos años me he decido ha publicar mi opera prìma, pues hace unos dias entre aun concurso de novela juvenil de la que aun espero respuesta, asi que mientras eso para hare publica aqui cada semana la novela que escribi y de verdad espero dejen sus comentarios, pues son muy importantes. esto lo empece ha escribir cuando tenia 16 años y hace un año la finalice, despues de intentar varios finales que jamas me convencieron peor hora por din tengo mi final perfecto.

La Cuarta estación.

Durante la sesión de fotografía, jamás crucé palabra con él, era tan profesional en su trabajo que solo bastaba con decirle lo que quería y él hacia sin rezongar, el contrato y los pagos, les hacia Eduardo, por un momento pensé que era Gay al igual que Eduardo, sin embargo Eduardo decía que no, el joven tenia mas o menos mi edad 26 o tal vez 28 años, tal ves menos.

Me levante de la silla y recargue mis brazos en el barandal del bacón, estando ahí, sentí los pasos de alguien acercándose hacia mí, pero no quise voltear, minutos después ya no escuche nada y seguí mirando la calle, de repente alguien me abrazo por detrás, tomándome muy sutilmente de la cintura, tome sus manos entre las mías pensando que era Eduardo y en ese momento voltee para darle un beso y para mi sorpresa era el Joven, mis manos lo soltaron y mis piernas temblaban, el solo me veía fijamente con aquellos ojos que penetraban mi alma, di un paso hacia atrás y le dije:

- Ah... ¡Eres tu! Por fin te dejas ver, al parecer no quieres saludarme, ¿tan mal te trate, mientras trabajabas con migo?
El sólo contesto no moviéndome la cabeza, sin decir una sola palabra, yo seguí preguntando.

- ¿Cómo te llamas? ¿Tienes nombre verdad?
Volvió a mover la cabeza en señal de un sí. Le volví a preguntar

- ¿Cuál es tu nombre?
En ese momento llego Eduardo que la parecer por su rostro se encontraba buscándome.

- Sam, ah..... ¿estas con Cristian, bueno en un rato, puedes bajar? Te quiero presentar a alguien importante ok.
Yo solo le dije que si, él seguía parado ahí sin moverse siquiera y yo le dije.

- Así que tu nombre es Cristian, él volvió a mover la cabeza afirmando a la pregunta.
- ¿No hablas?
- ¿Té pasa algo?
A todo dijo que no solo moviendo la cabeza. Me empezaba a desesperar y le dije que mejor ya me retiraba para ir con Eduardo, el tomo mi mano y con una señal de espera me detuvo, le pregunte.

- ¿Ahora si vas a hablar?
El solo me tomo de la cintura con una de sus manos y con la otra mi cara, paso sus dedos con una suavidad divina sobre mi rostro, sus ojos se clavaron en mi mirada como si tratase de buscar algo en mi, yo me quede paralizada sin hacer nada, solo sintiendo un hormigueo por todo el cuerpo, hasta el punto que mis rodillas se debilitaron y al parecer el se dio cuenta, y me tomo con sus dos manos de la cintura, le puse la mano en el hombro y la fui subiendo por su cuello hasta llegar a su rostro, me soltó y dio un paso para atrás y por primera vez dijo algo.

- Felicidades... me tengo que ir
Yo solo alcancé a decirle.
- ¿Puedes ir a mi oficina el lunes?

Se alejo sin contestar, mientras yo me quedaba paralizada de pies a cabeza.

Fui a buscar a Eduardo para que me presentara a algunas personas, baje por las escaleras y busque a Eduardo y no lo vi, fui por una copa de vino a la barra y ahí estaba Carlo, sentado platicando con una joven delgada de pelo castaño y con rasgos muy finos, me acerque a él y al parecer se sorprendió de que yo estuviera ahí, tome un banco que estaba desocupado junto a él y me senté, el se paro y me dijo.

- SAM... ¿en donde estabas?
Yo solo le conteste riéndome un poco, por que al parecer parecía un poco apenado y nerviosos.
- Fui a tomar un poco de aire
- Ah que bien, mira te presento a Bianka, la acabo de conocer, le encantaron tus fotos.
Me levante del banco y estire un poco la mano para saludar a la joven.
- Hola, mucho gusto yo soy Samantha Miller.
- Es un placer conocerte, me habían hablado mucho de ti, tenia mucha curiosidad de conocerte.
- Mmmm el gusto es mío, ¿ y a que te dedicas?
- Trabajo con mi papá en una casa expositora, ¿tal vez la conozcas?
- ¿ Cómo se llama?
- Smillertbrun Hause.
- Ahh... a sí que tú eres la hija de Bruno Smillert
- Si, ¿ lo conoces?
- Claro hace un momento lo salude.
- Me da gusto la tenia muchas ganas de platicar contigo y de conocerte, además te considera una promesa en la fotografía.
- ¿Así? Pues que gusto conocer a la familia Smillert
- El gusto es nuestro.

Me volví a sentar en el banco y ya me habían servido la copa de vino, Carlo se sentó aun lado mío para no quedar en medio de las dos y empezamos ah platicar.

- ¿Y, ustedes son novios, verdad?
- Sí
Contesto Carlo muy exaltado

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